El Cáncer de Mama es el resultado del crecimiento sin control de células anormales en las glándulas mamarias, formando un tumor maligno que comienza siendo muy pequeño, y puede llegar a duplicar su tamaño cada 90 días. Puede presentarse en cualquier edad, aunque la frecuencia mayor ocurre entre los 45 y 75 años.
Se estima que 1 de cada 8 mujeres pueden contraer esta enfermedad y que el 95% de los casos puede curarse, detectado a tiempo.
Algunos de los factores de riesgo de cáncer de mama son:
Edad: Las probabilidades de padecerlo aumentan conforme la mujer envejece. El riesgo es especialmente alto en mujeres mayores de 60.
Antecedentes personales: La mujer que ha tenido cáncer en una mama tiene un riesgo mayor de padecerlo en la otra mama.
Antecedentes familiares: El riesgo de presentar cáncer de mama es mayor si madre, hermana o hija, tuvieron cáncer de mama.
El riesgo es aún mayor si ese familiar tuvo el cáncer antes de los 50 años de edad.
Ciertas alteraciones genéticas: Los cambios en ciertos genes, como BRCA1 o BRCA2, aumentan considerablemente el riesgo de este tipo de cáncer.
La prevención mediante exámenes es fundamental para detectar esta enfermedad a tiempo y lograr detenerla.
La incidencia del cáncer de mama aumenta a partir de los 45-50 años, y la mortalidad por cáncer de mama aumenta unos años después de esa edad. Esto no quiere decir que mujeres fuera de ese rango etario no deban hacerse mamografías. Es muy importante tener en cuenta que tanto en las mujeres de entre 40 y 50 años como en las mayores de 70 la decisión de hacer o no una mamografía debe ser personalizada. La mujer debe hablarlo con su ginecólogo/a o con su médico/a de cabecera, y valorar los pros y los contras de hacer el estudio mamográfico.
La mamografía permite diagnosticar tempranamente esta enfermedad y ofrecer por lo tanto mejores oportunidades de cura.